jueves, 18 de octubre de 2007

Peomín

Mirándote a los ojos descubro
la liquidez de tu iris

Mirando tú a los míos
podrías ver sólida mi cornea
tu certeza

Sólo descubres, sin embargo
una pupila sangrante de no tú
de no tú, aunque no sabes
y por eso, lloras, seguro que no
o sí, por unos segundos

Ya volteaste, te fuiste
qué sublime fuimos ese segundo
donde creímos vernos sin los velos
qué frágiles y solos que estuvimos
qué instantánea soledad que fuimos

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