vientos de agua, precoz tierra mojada
El cielo descarga el hartazgo
escupiendo puñales de hielo
los asfaltos se vuelven ríos
y los ríos se cuelan por debajo de las puertas
como si un inhumano asesinato se ocultase tras de ellas
Oscurece
y la ciudad ensilencia, espera,
estatua ante el gruñido del cielo, la tierra
que brama, suplica, ensordece, le duele, grita, llora
aterrorizada
El pasto empalidece y del suelo brotan
saltan pirañas vegetarianas
hambrientas de insectos
de carne humana
Cae la noche en pleno día
flashes destellan como fotografía de Apocalipsis
primera plana del diario de nunca mañana
y las casas ya son cuevas, donde, cavernícolas bucamos
una luz de vela prójima