martes, 30 de diciembre de 2008

Salieri de Fandermole

(Que no se enoje...)

Si pienso en algo para decir
si pienso en alguien por quien vivir,
si casi nada se tiene en pie
y este segundo ya se nos fue;
si en la mirada dura un fulgor
atravesando tanto dolor

yo escribo versos de mi sentir
y los condeno a sobrevivir...

Cuando parece el sol no alumbrar
donde se muere de soledad,
en lo mas hondo de esta quietud
donde ocultó la sangre la luz;
donde agoniza un angel guardián
y se nos pudre el agua y el pan

Yo escribo versos del corazón
y los enciendo con una canción.

Escribo, escribo, y
tan débil soy que escribir es mi mano alzada.
Y siempre,
escribo, escribo;
no sé más qué hacer en esta tierra incendiada
sino tipear...



En lo invisible de la ciudad
donde se enciman odio y verdad,
donde la sombra de un nene gris
corre sonámbula tras de mi.
La infortunada noche que un dios
arrepentido nos olvidó

Yo escribo versos de furia y fe
pa` que me ayuden a estar de pie.


Escribo, escribo;
tan débil soy que cantar es mi mano alzada.
Y siempre,
escribo, escribo;
qué más hacer con palabras deshabitadas
sino recitar...





Canto Versos en YouTube
Letra de Canto Versos

martes, 16 de diciembre de 2008

Azul y Rojo

Un cuarto de terciopelo
envuelve algodones
alberga sábanas
mojadas

Un cofrecito de plástico
cercena trashumantes portales
y abre el paso, cerrando pasos alejados

Una sirena de policía
alterna voces deseperadas
anuncia celdas de azules pastillas
de Amplax

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Elipsis

Helado, mi estomago vacío se mimetiza con el silencio de la siesta. Y te mira, con ojo de cíclope, te mira. Te mira e implora: ¡Tómame! ¡Tómame por encima! Y tú, me tomas. Y yo, expectante de tus manos que me cogen desde arriba, que quitan mi sombrero y colman mi interior de tibio fluir de río caudaloso. Me tomas y me colocas sobre tu lecho ardiente, esculpidor de manjares para hombres hambrientos de néctar animal y vegetal. Y yo, rebozante del calor que has logrado hacer emerger por mis pies hacia el resto de mi brillante cuerpo, el calor que han esculpido las ardientes e inquietas manos de tu lecho por toda pulgada de mi piel espejada. Yo, que siento el ardor de mi vientre salírseme por la boca. Yo, que siento el vapor de mi aliento traspasar mi garganta de metal para culminar en un grito y completarse en éxtasis. Yo, ya gritándote que por favor detengas este acto y me tomes, de nuevo, desde encima, para poder, lento y jadeante, ir dosificando toda mi alma bullida, dentro del jarro vacío de tu ser y ser, en ti, la sedante infusión de tus sueños y culminar, de nuevo, en mi ubicua y helada soledad, a un costado de tu lecho..